Colegio María Montessori Mazatlán
Proyecto arquitectónico / Architectural proyect
EPArquitectos + Estudio Macias Peredo
Colaboradores / Project team
Isaac Veloz, Guillermo Barrera, Sacnité Flores, Alejandra Garate
Paisajismo / Landscape
Erick Pérez
Constructor / Builder
EPArquitectos + H Arquitectos
Imágenes / Images
Onnis Luque + Erick Pérez
Lugar / Location
Mazatlán, Sinaloa, México
Área construida / Built área
1,100 m2
Año / Year
2016
Mazatlán, una ciudad en la costa del Pacífico que mantiene un clima húmedo y temperaturas altas gran parte del año, invita a pensar una arquitectura que por principio haga frente al clima y considere el alto grado de salinidad del sitio. La estrategia para esta escuela debía plantear tanto minimizar el impacto del calor en las aulas; esto sin perder iluminación natural y relación al exterior, como también el uso de materiales y sistemas constructivos que fueran poco propensos a la corrosión. Dado que el proyecto se localiza en un terreno con un solo frente hacia la ciudad, es posible establecer las condiciones y desarrollar un paisaje controlado hacia el interior. Como una especie de aldea que en su mayor parte se desarrolla intramuros, hacia sus propios patios.
El modelo Montessori no es un sistema convencional de educación, las aulas deben propiciar dinámicas donde los niños puedan experimentar y despertar sus sentidos. La forma del aula debe favorecer estas dinámicas, por lo que el espacio recomendado no debe ser lineal sino centrifugo. Un sistema de 19 módulos de planta hexagonal, y construidos en tabique hueco, contienen las aulas, las cuales se contraen al interior para generar un pasillo perimetral porticado que promueve el aislamiento térmico y presuriza el aire. Este pórtico a su vez, provoca una circulación y un espacio para actividades semiabiertas. Los módulos al enlazarse con otros se desfasan entre sí para generar patios poliédricos que definen un pequeño paisaje de diminutas villas o módulos a distintas alturas que buscan la luz natural y las corrientes de aire a través de tragaluces.
El reto era desarrollar un proyecto que pudiera construirse ágilmente en etapas, en donde la primera de 1100 metros cuadrados debía estar construida en un máximo de 4 meses. Por lo que la flexibilidad que daba un planteamiento de módulos independientes era imperativa. Al interior estos módulos se personalizan para hospedar todo tipo de ambientes, desde los administrativos y directivos hasta los didácticos y recreativos que atienden a los usuarios más pequeños de meses de edad hasta los niños mayores de 12 años. Es por eso que la idea de escala atiende en gran medida a sus habitantes. Los vanos triangulares en variadas proporciones, no solo ponen en crisis la idea de apertura de un vano, especulando que el triángulo es una geometría ágil y lúdica de construir una ventana, sino que aquellos que abren paso se amoldan a la morfología de los niños y los adultos que atraviesan el conjunto hasta llegar a su ambiente. La idea es que tanto el aula como célula así como el sistema en su conjunto permitan que los niños. Construyan con mayor libertad su propio orden.
Mazatlan, a city on the Pacific coast with humid a climate and high temperatures around the year, that invites us to think an architecture that considers how to respond to the climate and the high degree of salinity of the area. The strategy for this school then, should raise both to minimize the heat impact in the classroom; without losing natural light and relationship to the outside, as well as the use of construction materials and systems with little prone to corrosion. The project is located in an area with a single front to the city, you can set conditions and develop a controlled inward landscape. A kind of village that develops mostly introverted to its own patios.
The Montessori model is not a conventional system of education, classrooms should foster a dynamic atmosphere where children can experiment and awaken their senses. The shape of the classroom should favor these dynamics, so the recommended space should not be linear but centrifugal. A system of 19 hexagonal modules, and built in hollow brick, contain the classrooms, which compress to the inside, creating a perimeter porch that promotes thermal isolation and pressurizes the air. This porch in turn, solves circulation and a space for semi-open activities. The modules link and move out of phase with each and other to generate polyhedral patios defining a small landscape of tiny villas or modules at different heights capturing natural light and air currents through skylights.
The challenge was to develop a project that could be built nimbly in stages, where the first 1100 square meters should be built in four and a half months, so flexibility of independent modules was very important. Inside, these modules are customized to accommodate all kinds of environments, from administration and management to teaching and recreational, serving younger users that range from toddlers to children older than 12 years. That’s why the idea of scale serves largely to its inhabitants. The triangular openings in varying proportions, not only puts in crisis the idea of an opening, speculating that the triangle is an agile and playful geometry to build a window, but are conformed to the morphology of those who enter , from children to adults that pass through to enter the classroom. The idea is that both the classroom as a cell as well as the system as a whole allows children to freely build their own order.
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